A pesar de ser un cuento para niños, al parecer hay numerosos mensajes subliminales en relación al sexo, a la magia y al ocultismo que se han descubierto mucho después. No eran comprendidos por los niños ni por los adultos de la época en que se publicó el libro.
Lewis Carroll era matemático, y en su obra encontramos multitud de ejemplos. Cuando el Gato de Cheshire se separa de su sonrisa durante una conversación con Alicia, el autor juega con la separación de la realidad física de los conceptos matemáticos.
El desarrollo del libro es una partida de ajedrez en la que Alicia gana en 11 jugadas, empezando como un peón blanco y acabando como Reina Blanca. Es difícil seguir la partida, pero si nos fijamos bien se aprecian los movimientos con los caballos, los encuentros con la reina roja…
El personaje del sombrerero loco está basado en los sombrereros reales de la época, que se decía que perdían la cabeza a causa de la inhalación de mercurio y pegamento que tenía lugar en sus talleres cuando confeccionaban los sombreros.
Se dijo que el autor de 'Alicia en el país de las maravillas' realmente era Jack el Destripador, el asesino que aterrorizó Londres en el año 1888. Al parecer mencionó en su libro varias frases sobre los asesinatos.
Nuestra protagonista ha dado nombre a una patología: el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, por la cual el afectado percibe los objetos mucho más pequeños de lo que son en realidad, y a la vez aparecen lejanos.
Tea with Alice - Cristina Perez Albelda
(Lápices de color y grafito)

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